Vivimos en la era de la conectividad, un mundo en el que nos ponemos ansiosos cuando nos separamos de nuestros smartphones o tabletas, en el que no podemos vivir sin escuchar Spotify en cualquier parte o enviar/recibir emails al instante. Buscar cosas en Google es lo más natural del mundo, utilizar aplicaciones como Waze ahora se ha convertido en un proceso integrado en nuestra rutina de conducción del día a día, y también estamos empezando a sentirnos raros cuando vamos a lugares nuevos (por ejemplo, habitaciones de hotel o salas de reuniones) que no responden a comandos de voz a través de Alexa para activar las luces o leer las últimas noticias en voz alta. En este artículo del blog, voy a cubrir conceptos básicos como SO en vehículos, cuáles son los nuevos operadores en el espacio del infoentretenimiento, y la visión (desde una perspectiva de usuario) de lo que podemos esperar ver en los próximos años.
¿Qué es un sistema de infoentretenimiento en vehículos?
Según Techopedia, Infoentretenimiento en Vehículos (IVI, por sus siglas en ingles) es un término de la industria del automóvil que hace referencia a sistemas en vehículos que combinan la oferta de entretenimiento y noticias para conductores y pasajeros, normalmente en formato de aplicaciones. Los sistemas de IVI utilizar interfaces de audio/vídeo (A/V), pantallas táctiles y teclados. Otro término utilizado en la industria es, Sistemas Operativos en Vehículos (IVOS): los sistemas de infoentretenimiento en vehículos necesitan sistemas operativos que puedan cooperar y proporcionar conectividad, herramientas de conveniencia y aplicaciones que puedan descargarse y reducir funciones en el sistema. Las plataformas más comunes en el mercado son Android, Linux, QNX y Windows, que tradicionalmente han liderado la industria del infoentretenimiento en vehículos. Hay otras como Xevo y SiriusXM que quieren aprovechar la computación en la nube para garantizar que los vehículos tengan siempre las últimas capacidades de entretenimiento. Lo que está sucediendo hoy en el mundo del automóvil es que los vehículos se están volviendo cada vez más conectados, autónomos, compartidos y eléctricos. Ahora los OEMs están totalmente sumergidos en la implementación de tecnologías HMI (interfaz humano-máquina), incluyendo reconocimiento de voz, pantallas táctiles, cámaras interiores/exteriores con IA, pantallas de visualización frontal y varios controles, con el objetivo final de mejora de experiencias de UX fluidas. Una gran preocupación desde el punto de vista de los OEMs es mantenerse al día de la ciberseguridad. A menudo los fabricantes de coches no son capaces de probarlo y verificarlo todo a lo largo de la cadena de producción, y este fue el caso de Jeep, como se resalta en el artículo “Cómo un Jeep Cherokee hackeado llevó a incrementar la seguridad frente a ciberladrones de coches”. El autor resalta el reto de asegurar los vehículos a lo largo de su ciclo de vida, ya que hay pocos vehículos en el mercado con capacidades de actualización OTA (over-the-air), lo que dificulta que los ingenieros saquen parches de software. Otros, como BMW, han forzado a su cadena de producción a garantizar que las unidades de control del sistema de producción no tienen conexión directa con los dispositivos conectados a Internet de los clientes. Esto eliminará parte del riesgo, pero no todo. En el pasado, los OEMs están desarrollando SOs de coches propietarios para infoentretenimiento en vehículos (IVI), pero se ha probado que este es un ejercicio muy caro de desarrollar y que estos sistemas pueden quedarse obsoletos muy rápido.
¿Quiénes son los nuevos operadores en el sector del infoentretenimiento?
Tradicionalmente ha habido dos tipos de sistemas de infoentretenimiento; los que están instalados directamente por los OEMs o los que el usuario suele comprar de marcas de posventa como Pioneer, Alpine, Kenwood o Sony. Tras la revolución de los teléfonos móviles y las pantallas táctiles, estamos empezando a ver un episodio similar en el que actores como Apple, Google y Amazon están firmando acuerdos de colaboración con las principales marcas de OEMs para desarrollar o co-desarrollar con unos pocos ajustes sistemas de infoentretenimiento cada vez más avanzados, con el objetivo de mejorar drásticamente las experiencias de los clientes. Las “grandes tecnológicas”, como la acabamos de describir, están trabajando en el sector de los “dispositivos/hogares inteligentes” desde 2014, y poco a poco han creado departamentos completamente nuevos centrados por completo en la conquista del “coche conectado”, experiencias en vehículos y datos producidos. Por otra parte, las marcas fabricantes de coches se han mostrado muy reacios a “revelar” sus datos y la relación con sus clientes intentando “sin mucho éxito” creando sus propias “plataformas de coches conectados”, pero se ha demostrado que la UX es mediocre y en algunos casos los desarrollos se han interrumpido, como los de GM y Xevo para aplicaciones de mercado. Parece que ahora los OEMs están viendo los nubarrones de tormenta que se avecinan. En el artículo “La batalla por el control del panel del salpicadero”, el autor compara los coches a smartphones con ruedas. Los OEMs han aumentado el número de contrataciones en el sector de desarrollo de software a lo largo de los últimos 5 años (esto es, unos 6000 empleados para GM), en una batalla que se lucha contra nuevos disruptores emergentes “basados en software” como Tesla. Para OEMs como Mercedes Benz, escribir software no es nada nuevo, lo han estado haciendo los últimos 20 años, pero han sido muy selectivos en cuanto a de qué “módulos” es indispensable disponer internamente de forma propietaria y cuáles pueden desarrollarse mediante colaboraciones para seguir a la vanguardia de los avances tecnológicos. Los OEMs están progresando alcanzando compromisos aceptables y asociándose con actores importantes, funciones como Android Auto y Apple CarPlay (así pues, plataformas de copia fría), aunque requieren que el smartphone esté conectado al coche. Esto representa una “solución rápida” a corto plazo para que los usuarios sientan que sus sistemas dentro del vehículo pueden hacer frente a los próximos años, pero la realidad es que las funcionalidades son muy limitadas y en la mayoría de los casos se utilizan en navegación y para hacer llamadas.
Visión desde una perspectiva de usuario de lo que está por venir
Los coches son objetos móviles y, al combinarlos con la conectividad, se abre un mundo totalmente nuevo para el desarrollo de casos de uso y nuevos modelos de negocio, incluyendo la conexión con infraestructuras para “leer” la carretera que hay por delante (es decir, condiciones de la carretera, alertas del tiempo, conducción en sentido incorrecto, objetos en la carretera, gestión de cruces, etc.) La conectividad de los OEMs moderna hace que sea decisivo intentar lograr avances en los vehículos autónomos conectados. Los OEMs han estado trabajando duro para responder a las altas expectativas y demandas de los consumidores, lo que ha impulsando la llegada de tecnologías incluso más vanguardistas. Un gran canal para nuevos servicios y nuevas experiencias de los consumidores que van mucho más allá de la experiencia de conducción. Los casos de uso están impulsados por llevar la UX (experiencia de usuario) dentro del vehículo al siguiente nivel. Los OEMs y los proveedores de infoentretenimiento están agilizando el desarrollo de los coches, dando máxima prioridad a la seguridad. Ahora casi todos los vehículos nuevos incorporan ADAS (Sistemas Avanzados de Asistencia a la Conducción, por sus siglas en inglés), basados por supuesto en software. Otros casos de uso para conectividad en vehículos es la telemática de flota, datos que pueden utilizarse para optimizar los viajes de los vehículos, mejorar las investigaciones de los accidentes y lograr tiempos de respuesta a incidentes más cortas, análisis predictivo para MRO y optimización de inventarios de repuestos (para mejorar la fiabilidad y durabilidad de los coches), y seguros basados en comportamientos de conducción, etc. Si hablamos del «vehicle to everything» (V2X), esto será un gran avance especialmente para la navegación segura y para mantener siempre un control entre vehículos. Otras tecnologías como CRIS (Sistema Central de Información de Carreteras, por sus siglas en inglés) centralizarán las decisiones de tráfico mediante informática perimetral y calcularán la mejor ruta disponible teniendo en cuenta las carreteras, el tráfico y las condiciones del entorno. En unos años, la tecnología 5G (altas velocidades, baja latencia, baja potencia y multidispositivo) tendrá un fuerte impacto positivo en las carreteras, ayudando con la aceleración de las ciudades inteligentes, el IoT combinado con tecnología V2X, los coches finalmente serán capaces de percibir el entorno local y comunicarse, los conductores siempre estarán informados, el flujo del tráfico mejorará y los accidentes se reducirán drásticamente. En cuanto a los servicios en vehículos, se espera que compañías como Apple y Google tengan integraciones más potentes en los paneles de control de los coches proporcionando una versión de sus sistemas operativos disponible para usuarios y OEMs. Las aplicaciones tendrán capacidades similares a las aplicaciones de los teléfonos móviles para ayudar a los usuarios a pagar por el combustible, reservar su estancia en un hotel, tener actualizadas las listas de la compra y pagar automáticamente los peajes. El futuro de los servicios en vehículos parece prometedor, pero sin mejorar el viaje del cliente, la experiencia fluida sencillamente no está ahí, lo que provoca que sea “tosca”. Probablemente una solución podría ser impulsar una gran integración de APIs global con el fin de conseguir que los servicios sean accesibles para todo el mundo, pero para esto tiene que haber una mentalidad de colaboración entre los OEMs, las grandes tecnológicas y los grandes proveedores de servicios. Hasta que encuentren un marco de colaboración, la experiencia de usuario “sufrirá”, así que puede que nos quede un largo camino por recorrer hasta que esto se haga realidad.
Últimas consideraciones y observaciones
Los coches han heredado muchas de las características de los smartphones, eliminando la necesidad de tener dispositivos y controles independientes, lo que permite una transición fluida entre el hogar y el coche. Con todos estos desarrollos llegando sin parar podemos tener “todavía” unas cuantas dudas en mente.
- ¿Qué pasará con las experiencias dentro de los vehículos cuando eliminemos la necesidad actual de conducir físicamente un coche?
- ¿Seguirán los OEMs impulsando su propia tecnología o se asociarán finalmente con los grandes actores tecnológicos para continuar siendo líderes en cuanto a la experiencia en coches?
- ¿Podrán por fin estas “grandes tecnológicas” tener permiso para lograr controles de vehículos sensibles que puedan alcanzar un compromiso con la seguridad de los vehículos?
Además de estas preguntas, tengo mucha curiosidad por ver los movimientos de los fabricantes de coches y cómo van a lidiar con el dilema del reconocimiento de marca y la asociación de marca de los usuarios, especialmente ahora que ya hay una larga lista de OEMs anunciando colaboraciones en SOs Android para automóviles. ¿Qué impacto tendrá esto en la UX de los OEMs?
- ¿Podrán tecnologías como la realidad aumentada generar experiencias que se superpongan al mundo exterior y seremos capaces de tener una reunión en un coche como si fuera una experiencia física inmersiva?
Todas estas funciones parecen muy prometedoras desde la perspectiva del usuario. ¡Estoy deseando ver su llegada al mercado muy pronto!
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