Mujeres en la construcción: una aventura personal de empoderamiento
01 de agosto de 2023
Los primeros años
Como mujer en la construcción, he experimentado de primera mano los retos y los triunfos de trabajar en un sector dominado por hombres. Aunque mi carrera ha tenido una buena cantidad de retos e inseguridades, creo firmemente que estaba destinada a trabajar en ingeniería. Durante mi niñez, creciendo en una isla de la costa este de Canadá, tuve un conjunto de experiencias único que ayudó a configurar mi interés por la ingeniería y la construcción, aunque en aquel momento yo no fuese consciente de que eran ingeniería y construcción. ¡Entonces era solo diversión! Algunas de las experiencias más memorables para mí fueron participar en la liga de matemáticas y robótica submarina durante la escuela secundaria. A menudo era una de las pocas chicas en estas actividades, pero esto nunca me detuvo porque descubrí que estos espacios me proporcionaban una evasión de las cosas típicas de la secundaria, y encontré algo que realmente me apasionaba.
Otra experiencia que verdaderamente configuró mi carrera se produjo cuando me eligieron para un viaje de desarrollo comunitario a Costa Rica en el instituto. Nos confiaron la tarea de ayudar a la comunidad local a reacondicionar una escuela elemental, construyendo una cancha de baloncesto y creando un camino a través de la selva que ayudase a la comunidad. Fue esta experiencia la que me ayudó a descubrir mi pasión por estar en el campo de la construcción, estar a pie de obra, haciendo voluntariado y viendo los progresos con mis propios ojos.
Encontrando mi propio camino
A pesar de estas experiencias, cuando entré en la Universidad todavía no había decidido lo que quería hacer, así que empecé con estudios generales. No obstante, el interés de mi primo mayor en la ingeniería mecánica atrajo mi atención y me inscribí en el programa de ingeniería durante mi segundo año. En cuanto inicié el programa, vi que había un viaje de voluntariado similar al que había hecho a Costa Rica, pero esta vez era a Louisiana para ayudar a las comunidades afectadas por el huracán Katrina. Esto realmente atrajo mi interés, ¡así que me inscribí en el programa y me aceptaron! Seguí como voluntaria en el programa los siguientes años reconstruyendo zonas afectadas por Katrina, y yo diría que estos viajes solidificaron la dirección de mi carrera guiándola hacia la ingeniería civil.
Además de estos viajes de voluntariado, también tuve la oportunidad de participar en varias prácticas de ingeniería a lo largo de mi carrera, lo que me permitió obtener una experiencia práctica en mi campo de estudio. Durante los dos primeros años, me quedé cerca de casa y me dediqué a hacer prácticas en petróleo y gas. Tras dos años trabajando en mi propio patio trasero, quería ir más allá y salir de mi zona de confort, así que solicité mis siguientes prácticas en otro país. Afortunadamente, admitieron mi solicitud y estuve tres semestres a lo largo de los siguientes 2 años trabajando en Houston, Texas, con un grupo increíble de personas (uno de ellos se convertiría más tarde en mi marido), ¡y me lo pasé como nunca! Pero como todo lo bueno se termina, finalicé mi grado universitario y tuve que pensar cuáles serían mis siguientes pasos.
Entrando en el mundo de la construcción
Tras dedicar el verano a viajar por Sudamérica y reflexionar sobre mi carrera y mis siguientes pasos, hice una parada en Texas de camino a casa en Canadá para visitar a mi novio, y me encontré con un amigo que estaba trabajando en construcción. Me animó a presentarme para un trabajo en su empresa. A pesar de no tener mucha experiencia en el sector de la construcción civil pesada, no soy de las que deja pasar una oportunidad, así que me decidí y me presenté para una entrevista. Para mi sorpresa, ¡conseguí el trabajo! Volé a Canadá pocos días después, hice las maletas y en tres semanas me mudé a Texas para empezar en mi nuevo trabajo.
Tras unos años trabajando en la empresa, se produjo otro cambio en mi carrera cuando me reclutaron en Webber para un puesto de ingeniera de proyectos en 2019. Estaba muy emocionada con el puesto porque suponía un nuevo reto, ¡así que lo acepté y me lancé de cabeza! Mis primeros dos proyectos superaban los 100 millones de dólares, lo que era significativamente más que cualquier cosa en la que hubiera trabajado antes. Aunque al principio intimidaba bastante, el equipo de Webber me hizo sentir apoyada y me proporcionó la confianza de que podía hacerlo. Aprendí mucho de estos proyectos en cuanto a planificación, presupuesto, comunicación y ejecución, mientras trabajaba en un entorno en constante cambio. Es muy gratificante trabajar con personas tan motivadas y afines, y estoy orgullosa de lo que conseguimos y de los retos que superamos a lo largo del camino. Antes de completar el segundo proyecto, me ascendieron a jefa de proyectos y me mudé a Austin para iniciar el proyecto de la IH-10 en el condado de Guadalupe, un proyecto de tres años y el primero que iba a dirigir de principio a fin como jefa de proyectos, ¡así que era bastante emocionante!
Todo se centra en la comunidad
Cuando pienso en mi carrera profesional, he tenido la gran suerte de haber tenido las oportunidades que he tenido, y no puedo evitar sentirme agradecida a los que me ayudaron y apoyaron a lo largo del camino. Algunos de los retos a los que me enfrenté como mujer en la construcción es sentir que no me podía identificar con los demás tanto como me hubiera gustado, y tener que derribar ideas preconcebidas en muchas ocasiones. Sin embargo, teniendo un sistema de apoyo sólido y buenos mentores, verdaderamente fui capaz de abrirme camino por mí misma. Tengo que admitir que al principio fue algo intimidante, pero en cuanto empecé a encontrar mi sitio, pude sentir cómo crecía mi confianza y me di cuenta de que siempre había tenido lo que hacía falta para tener éxito en este sector.
Una de las lecciones más importantes que he aprendido hasta ahora es la importancia de encontrar tu comunidad de apoyo. Desde que entré en Webber, he conseguido convertirme en miembro del grupo Mujeres de Webber, una comunidad de mujeres centrada en apoyarse entre ellas dentro del sector de la construcción. Resaltamos los logros de las mujeres, traemos oradores invitados y celebramos eventos para reforzar la comunidad. También nos reunimos para asesorar sobre políticas de empresa en un esfuerzo por lograr un lugar de trabajo más igualitario. Una de las cosas que más me enorgullece es colaborar para ayudar a crear una política de baja por maternidad en toda la empresa, que no existía antes.
Reflexiones
Echando la vista atrás, tengo que decir que hemos avanzado mucho en cuanto a diversificar el sector de la construcción. Creo que tanto hombres como mujeres aportamos perspectivas únicas al sector y, si aprovechamos las fortalezas de ambos, solo podemos avanzar más. He visto muchos cambios en mi relativamente corta carrera hasta ahora, y soy increíblemente optimista en cuanto a lo que nos traerá el futuro en términos de más diversidad en un sector que ha estado históricamente dominado por hombres. Mi carrera como mujer en la construcción ha estado llena de retos, pero también me ha empoderado. Desarrollar talento joven y verlos empezar a amar la industria de la construcción tanto como yo es increíblemente enriquecedor. Estoy orgullosa de representar a las mujeres en puestos de liderazgo y de formar parte de una industria que está en constante evolución, derribando barreras para otras generaciones.
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