imagen nocturna de una carretera urbana
Autopistas

Diferentes tecnologías, diferentes carreteras inteligentes

11 de mayo de 2020

Cuando hablamos de carreteras inteligentes tratamos un amplio espectro de soluciones e infraestructuras que combinan diferentes tecnologías y ámbitos de actuación. Es tan “inteligente” una carretera solar que carga los vehículos en marcha al estilo de un Scalextric, como un pavimento que permite que las diferentes modalidades de transporte hablen entre sí (V2V) o con la vía (V2I).

De modo que, ¿qué es una vía inteligente? ¿Hay ya alguna construida? ¿Qué tecnologías hacen falta para incluir una carretera en esta catalogación? ¿Tendremos que construir carreteras de cero o podremos adaptar la infraestructura? ¿Hay tecnologías que están frenando la instalación de estas carreteras? Veamos algunos ejemplos.

¿Qué es una carretera inteligente?

No existe una definición unificada. De hecho, una aproximación a Wikipedia nos ofrece seis definiciones completamente distintas, una por cada idioma. Podríamos esbozar que una carretera inteligente es una vía que incorpora tecnología avanzada en materia de seguridad, carga de vehículos o conectividad, al menos en líneas generales.

Sí, hay cierto consenso en que una carretera de este tipo ha de incluir cierto grado de tecnología. Los pretiles, bandas sonoras o las barreras de hormigón, y en general todas las medidas pasivas que no requieren electricidad, formarían parte de la primera generación de “carreteras no inteligentes”. Y la tecnología más reciente ha dado lugar a todo tipo de fórmulas.

Carreteras solares y carga dinámica de vehículos

Se lleva tiempo trabajando en pavimentos fotovoltaicos y sistemas de carga dinámicos. Aunque formalmente son dos tecnologías completamente distintas, se espera poder usarlas de forma combinada. La literatura reciente se inicia en 2014, cuando Scott y Julie Brusaw (Idaho, EEUU) montaron un crowdfunding para crear ladrillos solares hexagonales. Aunque no salió del todo bien.

Hemos de tener en cuenta que el panel solar ha de resistir fuertes esfuerzos derivados del tráfico de vehículos pesados a alta velocidad. El asfalto absorbe muy bien estas tensiones, y por eso los siguientes modelos de carreteras solares prescinden de elementos modulares de pequeño tamaño. Ese mismo año se instalaban en Holanda 70 metros de SolaRoad. Y han seguido “asfaltando sol” tras aquello:

En línea con su apuesta por la movilidad local sostenible, Holanda ha optado por vías solares para bicicletas. Este tipo de movilidad es mucho menos exigente con el pavimento. Pero tanto Francia en 2016 como China en 2017 optaron por instalar carreteras solares como autopistas, en Normandía y Jinan, respectivamente. Ambos proyectos fracasaron, cada uno a su manera.

Los problemas con la carga dinámica

Francia quería probar la tecnología de carga dinámica de vehículos. La carretera, de 2,8 kilómetros, estaba vestida de paneles solares y contaba bajo su superficie con una red de cables helicoidales. Al estilo de la carga inducida de los móviles, en Normandía querían cargar el coche mientras circulaba.

Por desgracia, aún hay cabos que atar. Las demandas de alta potencia, la dificultad para adaptar el flujo magnético con la posición del vehículo o la baja velocidad de carga fueron algunos de sus inconvenientes. También las hojas caídas, que hacían sombra, o que la carretera se ha agrietado en muchas de sus zonas. Pero estos nos ayudaron a entender cómo mejorar para la siguiente iteración tecnológica.

Pavimento inteligente y carreteras conectadas

Una segunda modalidad de carretera inteligente implica la interconexión entre la vía y el resto de la infraestructura, así como con los vehículos y los peatones. Y lo cierto es que no hay ningún estándar que se declare vencedor actualmente. En 2018 el Foro Económico Mundial destacaba algunas de estas tecnologías, algunas de las cuales hemos tratado en este blog.

Así, cuando hablamos de carreteras conectadas es obligatorio hablar de cómo las soluciones de movilidad emergentes (como el vehículo conectado, autónomo, eléctrico y compartido) se adaptarán a la infraestructura manteniendo conversaciones con ella, probablemente a través del 5G o del 6G. Una de las aplicaciones más interesantes es la capacidad de salvar vidas.

En unos años este tipo de soluciones va a facilitar la conducción, informando al conductor de que un peatón está cruzando la calle a la que aún no se ha accedido. Esto evitará muchos atropellos, especialmente cuando no haya conductor humano.

La movilidad autónoma es una pieza clave en las carreteras inteligentes, al menos cuando sepamos tomar decisiones éticas que, según el MIT, todavía no hemos sido capaces de formular. Pero mientras llega habrá que conformarse con pasos de cebra conectados.

Llamado “paso de cebra inteligente”, arriba se muestra una solución basada en pavimento LED, proyectores y detectores de peatones. La idea es transformar nuestro concepto visual de cruce, y hacer desaparecer o aparecer este cuando sea necesario. Es frecuente en este tipo de soluciones el reformar la tecnología previa en lugar de alterarla por completo.

Combinar tecnologías sin inventar la rueda

Paneles solares, tecnología de comunicaciones, láseres, LED, detectores de personas, carga por inducción… lo cierto es que ninguna de estas tecnologías es nueva ni merece especial atención por sí misma. Llevamos décadas con ellas. Lo interesante ocurre cuando las combinamos todas para dar lugar a soluciones nuevas.

Ocurre que cuando hablamos de carreteras inteligentes no saltamos directamente a soluciones de tipo hyperloop, ni nos viene a la mente un sistema de transporte alternativo que no somos capaces de imaginar. En su lugar, llevamos varios milenios optimizando las carreteras romanas, iterando una y otra vez.

Les añadimos pavimento, elementos de seguridad pasiva, nuevos materiales y, ahora, tecnología. ¿El objetivo? Aumentar la eficiencia de la rodadura, mejorar la seguridad y, de paso, reducir el impacto ambiental. Pero la mecánica básica sigue ahí. La clásica rueda, ya sea en neumáticos de caucho natural, sintético e incluso propuestas futuristas como ruedas sin cámara, sigue presente.

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