la Universidad de Alcalá
Eficiencia energetica

Entrevista a Fidel López Soria: “es perfectamente compatible generar ahorros y ser más eficientes energéticamente”

09 de julio de 2020

Es bien sabido que, en el Palacio Arzobispal de Alcalá de Henares, Cristóbal Colón mantuvo su primera entrevista con Isabel la Católica, el 20 de enero de 1486. Aquel encuentro supuso la primera piedra, de alguna manera, del descubrimiento de América.

Quizá sea menos conocido que este enclave milenario, situado a apenas 30 kilómetros de Madrid, se adelantó al mundo al ser la primera ciudad que se planificó íntegramente al servicio de una universidad. El éxito de aquella empresa del Cardenal Cisneros convirtió a Alcalá en una de las sedes principales de nuestro Siglo de Oro. Sirva a modo de ejemplo la primera edición en varias lenguas de una Biblia completa, a principios del siglo XVI, como testimonio del humanismo cristiano del Renacimiento y el mayor monumento tipográfico de la imprenta española de la época.

Con el mismo espíritu pionero y la vista puesta en los retos actuales y futuros, la Universidad de Alcalá está reconocida actualmente como  una de las primeras del mundo en sostenibilidad medioambiental, según el índice internacional Greenmetric, ocupando la primera posición entre las españolas y el puesto 19 entre 780 universidades a nivel mundial.

Conversamos con el consejero delegado de Ferrovial Servicios sobre el contrato de eficiencia energética suscrito con la Universidad y su valoración sobre este sector en el contexto europeo.

¿A qué nos referimos cuando hablamos de eficiencia energética?

A la obtención de bienes y servicios con el menor consumo de energía y la menor contaminación posibles, pero con la misma o mayor calidad de confort y el máximo ciclo de vida de los recursos. Es decir, mayor rendimiento con el mínimo consumo.

Para nosotros, la eficiencia energética es un pilar básico para la sostenibilidad. En nuestros contratos somos capaces de alcanzar ahorros energéticos de un 60% en alumbrado público y de aproximadamente un 30% en edificios. Estos ahorros nos han permitido reducir las emisiones de CO2 en más de 135.000 toneladas desde 2009.

Además, lo vemos como un apoyo a la competitividad, ya que ayudamos a nuestros clientes a hacer un uso más eficiente de sus recursos, traduciendo los ahorros energéticos en ahorros económicos. Y también es importante para la generación de empleo. Los más de 70 millones de euros invertidos en la renovación de las instalaciones de nuestros clientes han generado numerosas oportunidades profesionales.

¿Cómo evoluciona este sector a nivel europeo?

En 2015, el Acuerdo de París se resumió en que la lucha contra el cambio climático ha dejado de ser una opción para convertirse en una obligación. Ya unos años antes la Comisión Europea estimó, en su Libro Verde sobre Eficiencia Energética, unos ahorros potenciales de más del 20% en el consumo energético de toda la Unión haciéndolo, además, de forma rentable. Es decir, es perfectamente compatible ser más eficientes medioambientalmente y, a la vez, ahorrar dinero en el consumo de energía.

¿Qué iniciativas ves más relevantes para avanzar hacia ese objetivo?

Las variables son múltiples, pero destacaría al menos tres líneas de trabajo para ahorrar y, al mismo tiempo, iluminar más y mejor con un menor consumo.

  • Entender que la eficiencia energética es una inversión necesaria

La inversión pública y privada es imprescindible para reducir el despilfarro energético y eliminar obstáculos para el cumplimiento de los objetivos de clima. En este sentido, fue España quien propuso al Consejo de Energía de la Unión una nueva metodología para contabilizar estas inversiones. El sector público estaba obligado a computar en las cuentas del Estado todo el coste de la inversión inicial como déficit, pero finalmente se ha clarificado la normativa contable para facilitar que las administraciones públicas puedan invertir en la mejora del rendimiento energético y amortizarlo en el tiempo.

  • Un consumidor más protagonista y proactivo

El acuerdo de París incluye mejoras sustanciales de los índices de eficiencia energética y también del uso de energías renovables (del 27% como mínimo en 2030). Para lograrlo, los consumidores tienen que ser protagonistas, por ejemplo, gestionando mejor el recibo de la luz, puesto que a menudo pagamos más por la potencia contratada que por la consumida. También es importante mayor transparencia en el etiquetado de productos como los electrodomésticos, que permitirá que los consumidores tomemos decisiones mejor fundamentadas.

  • Por último, es fundamental potenciar los modelos de negocio que incentivan la inversión, por un lado, a la vez que la innovación y la mejora continua

Con el esquema de licitación tradicional, está demostrado que se consiguen ciertos ahorros en la fase inicial, pero éstos se diluyen en el tiempo a menos que existan claros incentivos para invertir en nuevas tecnologías y en el ahorro sostenido a medio y largo plazo. Por ello, se está imponiendo un modelo concesional en el que es la empresa de servicios energéticos quien invierte en la modernización de las instalaciones del cliente y las amortiza en base a los ahorros logrados.

Este modelo concesional induce a que la empresa concesionaria, como Ferrovial Servicios, haya desarrollado -por ejemplo- una tecnología para conectar todos los dispositivos de todos los contratos en una misma plataforma para monitorizar y gestionar el consumo en tiempo real. En total, en los países donde operamos, somos responsables de la gestión de más de un millón de puntos de luz, cuatro veces el total de luminarias de una ciudad como Nueva York. El conocimiento, la experiencia, las economías de escala y la orientación a resultados de empresas especializadas son básicas para lograr los ahorros necesarios.

¿Puedes explicar un ejemplo de este modelo de contrato?

Sin duda, puedo destacar nuestro contrato con la Universidad de Alcalá, que estamos visitando hoy. Hemos sustituido con tecnología LED más de 50.000 puntos de luz de edificios y viales para conseguir mayor autonomía y potencia lumínica con un menor consumo y estimamos un ahorro de casi 40 millones de kWh a lo largo de la vida del contrato. Esta colaboración ha facilitado que la Universidad de Alcalá sea la primera en España en conseguir la certificación ISO 50001 por la gestión, el mantenimiento y la mejora de la eficiencia y también el sello de la Comisión Nacional de la Energía de que todo el consumo de la Universidad procede de energías renovables.

¿Es la eficiencia energética una prioridad de negocio para Ferrovial Servicios?

Sin duda alguna lo es, y de manera transversal en todas nuestras líneas de actividad, desde nuestros contratos de alumbrado público con administraciones a la gestión energética de hospitales, por citar dos casos en los que somos claramente una referencia como Empresa de Servicios Energéticos tanto para clientes públicos como privados. Esta posición se refleja en aproximadamente 700 millones de euros de cartera en este tipo de contratos, que esperamos incrementar de forma significativa en los próximos cinco años.

¿Es la eficiencia energética la base de la sostenibilidad?

Suele decirse que la energía más limpia es la que no se consume, pero el ‘consumo cero’ es una utopía. Por ello, la contribución y colaboración de todos los agentes −legisladores, administración pública, clientes privados, consumidores y empresas de gestión energética− resultan fundamentales para reducir la factura energética de manera rápida y muy significativa, a través de la innovación, la inversión y la producción de productos y servicios más eficientes.

La eficiencia energética, en definitiva, probablemente sea – tanto en el plano medioambiental como en el económico- la primera palanca para nuestro desarrollo sostenible como sociedad.

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