Es el momento de cambiar: transformar la movilidad de cara al futuro

El 2020 y la pandemia del Covid 19 han supuesto un gran desafío para nuestro mundo y nuestras vidas, pero también nuevas oportunidades para seguir creciendo y evolucionando. Es el momento de cambiar, podemos buscar nuevas formas de adaptarnos a este nuevo escenario, y eso nos proporciona una oportunidad fantástica para mejorar la forma en que nos movemos y consumimos bienes y servicios.

Las estrategias y políticas de movilidad y transporte existentes deben reconsiderarse en un contexto de aceptación pospandémica de las soluciones automatizadas y autónomas por parte de los ciudadanos, y de reconocimiento por parte de empresarios y trabajadores de que el trabajo flexible y el teletrabajo funcionan realmente. Combinados con una visión más amplia de la necesidad de un transporte seguro, flexible, sólido e integrado, estos factores ofrecen una oportunidad única para desafiar el orden establecido y hacer las cosas de manera diferente.

Durante la pandemia, y con razón, el enfoque reactivo era mantener en movimiento a los trabajadores clave y la cadena de suministro. Y, ahora, a medida que avanzamos hacia la «nueva normalidad», es necesario que la economía en general «vuelva al trabajo» de manera segura y eficiente. En medio de todo esto, todos tenemos el deber de asegurarnos de no volver a los viejos hábitos y, a medida que la tasa de infección se desvanece, existe una oportunidad tangible para que gobiernos y empresas adopten una visión más proactiva y a largo plazo y traten de aprovechar las soluciones modernas de movilidad para impulsar, no solo de la creación de riqueza, sino también la transformación de la sociedad en beneficio de todos.

Por supuesto, todavía no somos plenamente conscientes de los efectos a largo plazo (buenos y malos) en la economía mundial (especialmente del tremendo impacto que ha tenido en el transporte aéreo, que en la historia reciente ha sido un motor fundamental del comercio mundial) y en el comportamiento de los ciudadanos, pero hay algunas oportunidades obvias a corto plazo, así como opciones más ambiciosas que podrían acelerarse si existe la voluntad de impulsarlas:

Rápida construcción de corredores conectados

Esta solución de movilidad acelerará la adopción y aumentará el valor de los vehículos conectados y autónomos al proporcionar mejoras en la seguridad, el impacto ambiental y la coherencia del tiempo de tránsito, no solo para los pasajeros sino también para la logística de la cadena de suministro y los repartos (por ejemplo, mediante el platooning). El Reino Unido está liderando la movilidad del futuro estableciendo su presencia en el mercado de vehículos autónomos a través de Midland Future Mobility y otros bancos de pruebas, que están funcionando en nuevos ecosistemas del mundo real para el desarrollo de la tecnología de Movilidad Conectada y Automatizada (CAM). La infraestructura digital compartida y de «host neutral» también aportará beneficios adicionales no relacionados con el transporte, como permitir la ampliación de la conectividad inalámbrica de banda ancha.

Conoce qué es AIVIA Smart Roads,  la iniciativa de Corredores Conectados Orquestados.

Transporte compartido autónomo a la carta

En el futuro, el transporte compartido estará diseñado para su autodesinfección y para facilitar el distanciamiento social. Es una de las soluciones evidentes de movilidad urbana y desplazamiento intermodal (vinculado a los aparcamientos disuasorios, que pueden ver aumentada su popularidad), pero también es una solución perfecta para reducir drásticamente la desigualdad de la movilidad, que en sí misma es un motor clave de prosperidad económica. Con vehículos modulares y configurables, también sería una solución perfecta, flexible y rentable para el transporte hospitalario/de discapacitados, o de uso mixto para servicios de reparto y transporte de pasajeros. Algunas empresas ya están desarrollando esta estructura de movilidad futura, como Goggo Networks, que está impulsando un marco jurídico en la UE para las redes de movilidad autónoma. Esta futura tecnología también tendrá como objetivo mejorar la seguridad y salvar vidas, reduciendo los errores humanos. ¿Pero cómo funcionan? EasyMile, especialidada en el desarrollo de tecnologías sin conductor, lo explica.

Movilidad Aérea Urbana

¿Podríamos usar aviones como taxis en un futuro próximo? Si la Movilidad Aérea Urbana (UAM) puede cumplir su promesa de transporte aéreo masivo con costes similares a los del transporte terrestre, podría favorecer la igualdad de movilidad en zonas a las que no es fácil llegar por tren o carretera, o cuando una ruta directa ofrece importantes beneficios de tiempo, como en el caso de las «islas y tierras altas» u otras zonas rurales de baja densidad. La UAM también podría suponer una revolución para los servicios de emergencia y las cadenas de suministro. No debería ser un privilegio de los ricos y famosos para llegar desde sus áticos en la ciudad a sus aviones privados. Lilium, la empresa alemana, está trabajando en el desarrollo de aviones eléctricos que podrían estar listos para volar en 2025, permitiendo conexiones sostenibles y libres de emisiones a través de cualquier geografía.

Hyperloop

Con la suficiente previsión y liderazgo en la planificación de las rutas y las prioridades de inversión a nivel nacional y/o regional, y gracias a su perfil único de alta velocidad, gran capacidad, adecuación a la demanda y bajo impacto ambiental, el hyperloop podría hacer posible la unión de lugares insospechados y ofrecer una regeneración regional o nuevas oportunidades de desarrollo para invertir la tendencia a la urbanización masiva que perpetúa el desarrollo de las megaciudades con todos los problemas que estas conllevan. Podrían ayudar a evitar la congestión de tráfico y contribuir a la creciente igualdad económica en grandes ciudades como Londres. En este sentido, tres rutas de hyperloop podrían transformar la economía del Reino Unido, como Escocia-Gales; 1060 km que podrían recorrerse en 89 minutos gracias a la tecnología del hyperloop. También se está estudiando en EE. UU, en el corredor Chicago-Cleveland-Pittsburgh y en muchas otras rutas, pudiendo ser una realidad en los próximos años.

Aviones súper e hipersónicos «silenciosos»

Los pasajeros podrían llegar a su destino en menos de la mitad del tiempo que tardan los aviones actualmente, como Nueva York-Londres en cuatro horas y media. Dos empresas de EE.UU. están trabajando en la creación de aviones supersónicos sostenibles para el medio ambiente, rentables para las compañías aéreas y asequibles para los usuarios. A largo plazo, podrían ofrecer beneficios de transformación similares tanto a escala transcontinental como intercontinental y, por supuesto, la nueva frontera del espacio cada vez está más cerca con algunas empresas que ya están trabajando en el futuro del turismo espacial.