16 de marzo de 2020, los colegidos ya están cerrados y el confinamiento total parece una realidad cercana, además los periódicos empiezan a titular a toda página que es un riesgo importante salir de casa dado que podemos tocar superficies contaminadas en cualquier lugar, la calle, espacios públicos, etc.
Ya hacía unos días nos habían dicho en Ferrovial que hiciéramos todo lo que se nos ocurriese para luchar contra el virus, en aquel momento se estaba hablado de infraestructuras, ayudar en el hospital de campaña en el recinto ferial de IFEMA, fabricar mascarillas 3D, viseras, respiradores, etc. En ese momento pensé que nosotros en Ditecpesa, una empresa enfocada a la química, no podríamos hacer mucho y la verdad es que tuvimos un poco de sentimiento de frustración.
Ese 16 de marzo leyendo la prensa llegué a una idea conceptual, ¿sería posible aplicar algo a la infraestructura que se pegase y matase al virus? Como pensamiento de fondo tenía la idea de hacer todo lo posible y que llevábamos 4 años trabajando en temas de adhesión química. La gran diferencia con la desinfección convencional es que ésta es instantánea. En el momento de ampliación funciona bien, pero poco tiempo después ya no está sobre el material y si alguien contaminado la toca, la carga viral queda ahí depositada. Hay que destacar que recientemente Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria (IMIB) había encontrado COVID-19 en las superficies de un hospital, a pesar de realizar la desinfección periódica establecida.
Toda solución comienza con una idea
Le empezamos a dar vueltas con una start-up con la que colaboramos estos años. Una cosa tenía clara y es que las premisas eran estas: “Desarrollar un producto eficaz, industrializable, con un coste viable y de aplicación generalizable en los espacios públicos”. No me servía de nada hacer una molécula de I+D que luego no se pudiera industrializar. La verdad es que es un patrón que mantenemos en todo lo que hacemos en Ditecpesa. Después de centenares de horas buscando en las publicaciones científicas, vimos que teníamos una ventana de oportunidad con varios productos que existían comercialmente y sobre los cuales podríamos intentar hacer una formulación en agua. En agua, claro, porque para tener esta aplicación generalizable lo ideal es una formulación acuosa, no podemos distribuir algo disuelto en disolventes orgánicos.
Se lo propuse al equipo de Ferrovial y la respuesta fue: “máxima intensidad con esta idea”. Pocos días después hablamos con el CDTI (Centro de Desarrollo Tecnológico Industrial del Ministerio de Ciencia e Innovación). El día 26 de marzo habíamos realizado una propuesta de investigación, y el día 30 tuvimos una reunión con la alta dirección de la empresa. El día 6 de abril comenzamos a trabajar en los laboratorios de química del Parque Científico de Madrid.
Una vez que tuvimos las primeras formulaciones por mayo nos dimos cuenta de que en el proyecto para poder avanzar rápido necesitábamos un especialista en microbiología dado que externalizar los ensayos biológicos nos generaba tiempos de espera muy largos. Tuvimos la suerte de encontrar otra start-up de microbiología que nos podía ayudar. A partir de ese momento cogimos una velocidad de crucero fantástica: realizábamos formulaciones semanalmente que probábamos en diferentes materiales; vidrio, plásticos del Renault Zoe de Zity (hemos troceado todo tipo de piezas incluido un salpicadero entero), acero, acero inoxidable y cerámica. Todos los martes y viernes teníamos resultados, hemos hecho a la fecha más de 1.000 experimentos sobre superficies.
Primeras pruebas y primeros resultados
En esta fase ya nos dimos cuentas que no sólo era clave la formulación química sino la técnica de aplicación para que la adhesión fuera óptima y la cantidad adecuada. Probamos todo tipo de sistemas de aplicación sobre superficies.
En mayo ya teníamos un producto que, con todo el estudio científico y las pruebas realizadas, pensábamos que funcionaría. Presentamos el proyecto a una convocatoria urgente del Instituto Europeo de la Innovación de la Comisión Europea (EIT Urban Mobility) y fuimos elegidos, entre otros, para desarrollar aplicaciones reales en 6 meses, entre julio y diciembre, máxima intensidad y velocidad, la situación lo requiere. Registramos la formulación en agosto para que pudiera ser utilizada en espacios públicos, y el 30 de septiembre estábamos haciendo las primeras aplicaciones reales en el Transporte Metropolitano de Barcelona.
La formulación registrada ya tiene un nombre comercial, Long Clean Surface, y esperamos poder aplicarla en el máximo número de lugares y países.
A la fecha también se ha aplicado en la flota de los 800 vehículos Zity de Madrid y las oficinas de Ferrovial construcción.
¿Cómo se escala la solución desinfectante?
Hacemos un flashback y volvemos atrás. El 8 de Julio de 2020 realizamos la primera fabricación industrial para cotejar que lo que hacemos, a pequeña escala en los laboratorios, funciona igual que fabricar 1.000 litros. Que todo funciona como los diseños de laboratorio. En ese momento habíamos probado la desinfección permanente en todo tipo de microorganismos, bacterias, hongos, virus, etc. Teníamos que hacer la prueba definitiva con el Coronavirus, lo pedimos a mediados de julio y, dado lo difícil que es conseguir una vial del virus, nos llegó el 18 de septiembre.
Desde entonces hasta la fecha, hemos estado trabajando en un laboratorio de seguridad poniendo a punto el ensayo, realmente complejo, para tener datos concluyentes. Por fin el 14 de noviembre de 2020, una vez puesto a punto el ensayo, empezamos a tener los primeros resultados positivos. Por fin podíamos concluir que el compuesto adherido a las superficies es eficaz y mata al coronavirus. Han sido 243 días de trabajo, muchas horas de laboratorio y la cabeza pensando en ello continuamente de lunes a domingo.
Estamos realmente contentos, se han gestionado innumerables problemas en estos 243 días, y lo que más nos satisface es saber que en los lugares donde lo estamos aplicando ya estamos ayudando de una forma real a combatir la pandemia.
Todo este proyecto y esfuerzo se lo dedicamos a nuestro compañero Teo, que nos dejó por culpa del virus. La última conversación que tuve con él fuer sobre cómo hacer llegar a los sanitarios las pantallas que había fabricado Ferrovial Construcción en su servicio de maquinara. Esto solo como muestra de la excelente persona y profesional que era.
¿Cuánto impacta la contaminación por superficies en la transmisión de la COVID-19?
Llevo meses en ello, no es algo que esté claro como muchas otras cosas, en los primeros momentos se llegó a pensar que incluso era la mayoritaria y ahora parece que los aerosoles son más importantes. Es algo en lo que hay que seguir trabajando para entender los mecanismos del virus, cuánto es por contacto directo, cuánto es por gotículas y aerosoles y cuánto por contacto por superficies contaminadas.
El 16 de Abril de 2020 The New England Journal of Medicine publicaba que el COVID-19 podía sobrevivir hasta 72 horas en plástico y 48 horas en acero inoxidable. Después de éste, ha habido muchos estudios al respecto. El más llamativo en de los investigadores australianos que ha determinado que el virus puede sobrevivir en condiciones favorables hasta 28 días publicado en el Virology Jounal el 22 de Septiembre de 2020. Recientemente la Universidad de TUFTS en medRexiv ha publicado un estudio realizado en una ciudad donde encontraba contaminaciones por coronavirus en papeleras del 25%, puertas de metro 12,5%, Bancos 13,3%, botones de semáforos 10,4% leerlo a mí me sorprendió, si pudiéramos ver el Coronavirus brillar veríamos como brillantina en muchas superficies.
Al final he llegado a la conclusión que no me importa mucho si es el 50%, el 20% o el 0,2%. Sabemos que los virus se contagian por las superficies y cualquiera que sea esta magnitud ahí estaremos para tratar de llegar a nuestra meta de eliminarla totalmente siendo cualquier porcentaje importante para nosotros.
Sobre el futuro
Nosotros vamos a seguir con esta línea de investigación, podemos aportar en la desinfección química permanente de superficies nuestro grano de arena a las medidas de prevención y vacunas. Ojalá la pandemia acabe pronto, seguiremos trabajando para estar preparados y proteger a las personas y la movilidad de las infraestructuras.
Tenemos que ser conscientes que, como ya analizó muy bien Bill Gates en su charla de 2015, el mundo actual es global, cada vez más poblado y con una elevadísima movilidad, ello hace que los microorganismos, como en este caso los virus, tienen unas condiciones muy favorables de expansión sobre las que tenemos que desarrollar tecnología para combatirlos. Un virus en un enemigo peligroso, es un enemigo que no se ve. Lo interiorizas del todo cuando empiezas a hacer ensayos, otra cosa que he interiorizado de una manera importante es que el conocimiento es clave para afrontar los problemas, y el conocimiento científico cada vez lo será más, dado que las amenazas son más complejas.
Finalmente agradecer a todo el mundo la ayuda que nos ha prestado: Ferrovial, familia, amigos, empresas colaboradoras en el proyecto, recursos públicos y las decenas de personas que han participado en este proyecto que sigue en marcha.
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