Seguridad y salud

Cuando un trípode de madera se rompe en Los Ángeles, un cono de goma ve su oportunidad

12 de febrero de 2021

David Morgan es un coleccionista de récord Guinness. Atesora en su casa más de 500 conos de tráfico, de 137 tipos diferentes. Son cerca de dos tercios de todos los modelos de conos de tráfico que se han diseñado en la historia de la seguridad vial. Pero Morgan es, además, un coleccionista que forma parte de su propia historia. En 1961 se convirtió en la primera persona en diseñar un cono de plástico, de esos naranjas y blancos, reflectantes, que hoy pueblan nuestras carreteras.

En la actualidad, se estima que existen 140 millones de conos de seguridad en uso en todo el mundo. Han sido un elemento habitual en la señalización durante los últimos 80 años. Su historia empieza en Estados Unidos en 1940. Y nace, como casi siempre, de una necesidad y de una mente ingeniosa.

Un trípode de madera inservible

El elemento más antiguo de la colección de Morgan es de 1956. Se trata de un cono elaborado en Escocia, en la fábrica de Lynvale. Está hecho de goma, tal como era habitual en aquel entonces. 16 años antes de que ese dispositivo saliese de la fábrica escocesa, a miles de kilómetros de allí, Charles D. Scanlon, un pintor de calles de Los Ángeles, se disponía a cambiar la historia del balizamiento temporal de carreteras.

Hasta la aparición de los conos de tráfico en los años 40 del siglo pasado, la señalización temporal de carreteras para marcar una obra, las tareas de limpieza y mantenimiento o un accidente se hacía con una serie de trípodes de madera o barreras de cemento. Las primeras eran tan frágiles que había que cambiarlas constantemente porque los coches se las llevaban por delante. Las segundas eran peligrosas y podían dañar los vehículos.

Scanlon no estaba del todo convencido. No le parecía que la señalización estuviese mejorando la seguridad de los vehículos ni de los trabajadores de las carreteras entre los que se encontraba. Así que en 1940 cogió papel y lápiz y diseñó el primer cono de goma. De acuerdo con su patente, concedida en 1943, el cono era muy similar a los actuales, ligero y hueco por dentro, con una abertura en cada extremo, pero muy estable y de gran visibilidad.

la primera patente del cono de goma de Scanlon Diseño de la primera patente del cono de goma de Scanlon. | Patents.google.com

Según la información incluida en la patente, el cono era resistente y, a la vez, lo suficientemente blando como para no causar daños a los vehículos. Además, su base, más pesada, hacía que, en el caso de impacto, el cono volviese a ponerse de pie por sí mismo. Además, era un elemento reconocible para todos que se podía personalizar con mensajes de seguridad y otros elementos de seguridad vial, como banderas.

Una década para conquistar el mundo

Para su primer prototipo, Scanlon unió varias tiras de goma obtenidas de neumáticos usados que le proporcionaba un comerciante local, Rodney B. Taylor. Sin embargo, pronto descubrieron que lograr un suministro estable de goma para producir conos a gran escala era complicado y decidieron dejar la fabricación para un poco más adelante.

En 1947 entra en escena un nuevo aliado: Charles Terry y su compañía Interstate Rubber Products Corporation. Junto a Scanlon y Taylor empiezan a fabricar conos en masa, utilizando un molde y bandas de goma que luego calentaban a altas temperaturas. Ese mismo año, la ciudad de Los Ángeles empieza a usar los conos no solo para señalizar eventos puntuales, sino para delimitar los carriles durante las horas punta.

A partir de ese momento, el uso de los conos de tráfico empieza a extenderse por Estados Unidos y el mundo. En 1958, se usan por primera vez en el Reino Unido como señalización de emergencia del Preston By-Pass, la primera autovía del país, hoy parte de la M6.

En aquellos años de tráfico cada vez más abundante, la Administración Federal de Carreteras de Estados Unidos publica por primera vez su Manual de Dispositivos Uniformes para el Control del Tránsito (MUTCD, por sus siglas en inglés). En 1961, entre aquellos primeros dispositivos seleccionados, estaba ya el cono de goma. Mientras, al otro lado del Atlántico, David Morgan diseña el primer cono de plástico.

Los conos de tráfico Los conos de tráfico son hoy uno de los elementos de señalización más habituales en las carreteras de todo el mundo. | Unsplash/George Kedenburg III

La normalidad y la estandarización

Aquella primera publicación del MUTCD fue el primer intento de estandarización de los conos de tráfico. En sus páginas se señalaba que estos elementos debían ser siempre de color amarillo o amarillo anaranjado. La última edición del MUTCD define diferentes tamaños y pesos de conos en función de su uso (los más grandes, para las autopistas, ya que tienen que ser visibles a distancia). Son generalmente de PVC reciclado y su color es, para carreteras, naranja o amarillo.

La Unión Europea y Reino Unido se rigen por sus propios estándares. Estos definen dos categorías en función de su nivel reflectante y varias formas y alturas. En realidad, cada país o región ha hecho lo mismo y hoy se estima que existen o han existido más de 200 tipos de conos de tráfico en el mundo. Hoy se usan no solo sobre asfalto, sino para señalizar cualquier recorrido o evento, incluso en competiciones deportivas.

Mientras los conos conquistaban el mundo, en 1986, David Morgan empezaba su colección. Ya llevaba un par de décadas obsesionado con los conos. Pero una disputa sobre los derechos de comercialización lo llevó a recorrer Reino Unido recopilando pruebas (conos) para demostrar que tenía razón.

Dos años más tarde, al parecer, un modelo poco común de 1980 llamó su atención en el aeropuerto de Córcega mientras estaba de luna de miel. Y ahí empezó todo. Hoy guarda más de 500 en su casa de Burford, en el condado inglés de Oxfordshire. Su particular homenaje a un invento que cambió la seguridad vial hace 80 años.

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