¿Te imaginas un mundo donde los centros urbanos no estén llenos de vehículos que colapsen las carreteras y agoten los recursos, donde caminar e ir en bicicleta no suponga un riesgo, la calidad del aire no se resienta y no haya tantas olas de calor, incendios forestales e inundaciones? ¿Un mundo donde no se construya en los espacios verdes urbanos y las propiedades inmobiliarias sean asequibles? Sí, el sistema inmunológico urbano está al límite, aunque últimamente se habla cada vez más de construir ciudades más sostenibles. El concepto puede parecer sacado de un cuento o un sueño futurista, pero las ciudades inteligentes se están abriendo camino para lograr ese entorno urbano idílico. Por desgracia, ninguna de las diez ciudades más verdes del mundo se encuentra en Estados Unidos. ¿Cómo puede entonces este país estar a la altura del desafío? Echemos un vistazo a algunas de las características populares de las ciudades sostenibles que pueden adoptar nuestras urbes.
#1 Gestión sensata del agua y los residuos urbanos
Al estar cerca de zonas costeras, más del 90 % de los centros urbanos de todo el mundo pueden adoptar prácticas a la hora de conservar el agua como:
- Recogida del agua de lluvia
- Equipos sin agua
- Infraestructuras verdes
Al hacer uso del ciclo natural del agua en lugar de emplear una planta potabilizadora, se aprovechan mucho mejor las fuentes de agua cercanas. Por ejemplo, la restauración de humedales y la plantación de vegetación reducen la dependencia del control de inundaciones artificiales e infraestructura como los diques.
En cuanto a la eliminación de residuos, muchas ciudades inteligentes y ecológicas tienden a adoptar un modelo de economía circular y una gestión de residuos urbana sostenible. Un ejemplo es San Francisco, California, una de las ciudades más verdes de Estados Unidos. Aunque ha reducido significativamente la cantidad de residuos que llegan a los vertederos con el paso de los años, su objetivo es lograr cero residuos. Los programas que impulsan el reciclaje, el compostaje y la reutilización de materiales pueden contribuir a que las ciudades disminuyan los desechos y sean más sostenibles a largo plazo.
#2 Las ciudades verdes ofrecen recursos públicos accesibles
Una de las principales características de las ciudades sostenibles es que ayudan a sus residentes a lograr sostenibilidad en sus propias vidas ofreciendo oportunidades y acceso a recursos públicos y espacios verdes. Los edificios de salud pública, centros tecnológicos y de desarrollo económico, etc. son aspectos clave de cualquier ciudad sostenible, pues estimulan la economía y la salud pública.
…y muchos espacios verdes
Entre estos recursos destacan los espacios verdes públicos, que, según las ciudades sostenibles, deben tener prioridad. Las zonas verdes públicas ofrecen a las ciudades la oportunidad de resolver varios problemas a la vez como el control de la contaminación, la existencia de biodiversidad y la mejora de la salud pública. El hecho de que el valor de la propiedad esté aumentando en estas zonas es solo la guinda del pastel. Los parques, rutas de senderismo, áreas de conservación protegidas, vías verdes y la vegetación son ejemplos de espacios verdes públicos.
#3 Las ciudades verdes implementan arquitectura verde
El 39 % de las emisiones de carbono del mundo provienen de la edificación y la construcción. ¿Cuál es la solución? La arquitectura verde. Los arquitectos están descubriendo métodos innovadores para reducir de forma significativa el uso de recursos y reducir el porcentaje de las emisiones de gases. Son:
- Uso de materiales de construcción naturales;
- Instalación de paneles solares;
- Mejora de la ventilación y el aislamiento;
- Instalación de sistemas de calefacción y refrigeración inteligentes.
Y las ventajas son muchas:
- Ahorro de energía y costes;
- Incentivos fiscales adicionales;
- Reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero;
- Mejora de la calidad del aire;
- Mejor salud;
- Y más.
La infraestructura de una ciudad verde es aquella en la que todos los edificios municipales cumplen con ciertos requisitos para obtener la certificación LEED. Deben contar con soluciones que aborden la eficiencia del agua, el ahorro de energía, la reducción de emisiones de CO2, etc., aspectos cada vez más deseable por parte de los inquilinos.
#4 Las ciudades sostenibles logran que las personas hagan menos uso del automóvil
El tráfico y la contaminación del aire son sinónimos. De hecho, los automóviles representan el mayor porcentaje de contaminación por CO2 en Estados Unidos. Por ello, las ciudades que luchan por la sostenibilidad facilitan a sus ciudadanos el desplazamiento sin automóvil.
Para empezar, esto se consigue por medio de la planificación de la transitabilidad a pie y en bicicleta, una transformación que empieza por la inversión en infraestructura adecuada para ciclistas y peatones, mejorando la experiencia general al hacer que los desplazamientos sean más seguros, rápidos y cómodos, conectando redes peatonales y ciclistas con otras redes de transporte, etc. Además, las ciudades están planificando centros locales al ubicar las casas de sus ciudadanos cerca de sus lugares de trabajo y de todo lo necesario. Por último, la provisión de estaciones de carga para vehículos eléctricos ayuda a impulsar su aceptación, y los sistemas de transporte público conectados de forma adecuada permiten desplazarse sin problemas.
Washington, DC, por ejemplo, es una de las ciudades más sostenibles de Estados Unidos, muy reconocida por sus iniciativas ecológicas. De hecho, fue pionera en el uso de la bicicleta compartida en Estados Unidos. Según estimaciones del censo, unos 17.000 ciudadanos se desplazaron a sus trabajos en bicicleta de forma rutinaria en 2016. Además, el sistema de metro del distrito se ha convertido en abanderado del transporte público, lo que hace que muchas personas deseen mudarse allí al jubilarse. Las personas mayores que viven en Washington DC pueden aprovechar todas las ventajas de vivir en una gran ciudad sin tener que preocuparse por el daño a su salud.
#5 Han pasado a la energía limpia
Esto es crucial para que las ciudades sean sostenibles. Por ejemplo, las granjas solares financiadas por las ciudades no solo mejoran la calidad del aire que respiramos, sino que también proporcionan energía renovable a los residentes y las instalaciones municipales. Además, la energía solar genera empleos bien remunerados e impulsa el crecimiento económico.
#6 Se centran en resolver los retos que plantea la producción alimentaria
A nivel individual de los residentes de la ciudad, la mayor fuente de emisiones de CO2 por detrás del consumo de energía es la producción de alimentos. Por ello, parte de las características clave de las ciudades sostenibles se centran en abordar este problema. La participación activa de las ciudades implica la construcción de huertos comunitarios y granjas urbanas. Además de ofrecer espacios de jardinería gratuitos o asequibles, la integración de plantas comestibles en el paisaje tiene otros dos propósitos importantes: ornamental y funcional. Con el crecimiento urbano, por ejemplo, las ciudades pueden reducir las emisiones de carbono vinculadas a la producción de alimentos incluyendo parcelas, jardines verticales y en las azoteas, mercados de agricultores, agricultura apoyada por la comunidad, formación en nutrición y cultivo de alimentos para los residentes, etc.
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