Boceto de Leonardo da Vinci
Historia

El abuelo del coche autónomo que diseñó Leonardo da Vinci

13 de junio de 2022

Hace ya más de 500 años que Leonardo da Vinci imaginó lo que hoy todos deseamos: un coche económico, autónomo y de cero emisiones. El ingeniero italiano diseñó los bocetos de un vehículo autopropulsado que se desplaza durante varios metros con una trayectoria que es posible definir de antemano.

Los planos de este coche autónomo permanecieron durante siglos sobre el papel hasta que, en 2004, un grupo de ingenieros italianos decidió hacerlos realidad. Tras realizar pruebas digitales y elaborar varias maquetas, confirmaron que, por supuesto, el coche de da Vinci funcionaba.

Un coche en los teatros

Para entender mejor la historia del vehículo autopropulsado debemos viajar a la Italia del Renacimiento. Por aquel entonces, los eventos teatrales y las grandes fiestas vertebraban la vida de la alta sociedad. La aristocracia no escatimaba en gastos a la hora de contratar músicos, dramaturgos y otros artistas para amenizar sus veladas.

Las familias más prestigiosas y poderosas iban un paso más allá y contaban también con la ayuda de ingenieros para montar complejas escenografías. Y es aquí donde entra en juego Leonardo da Vinci: se cree que el vehículo autopropulsado, que diseñó entre 1478 y 1480, fue un encargo de la familia florentina Medici para una de estas grandes y opulentas obras de teatro.

Imagen de Florencia
Imagen de Florencia. Domenico Loia (Unsplash)

“Las cortes del Renacimiento necesitaban artistas-ingenieros que fueran capaces de diseñar máquinas, escenografías, vestuario, armas o instrumentos musicales, y que ocasionalmente pudieran actuar”, explica Matthew Landrus en su libro ‘Los secretos de Leonardo da Vinci’. “Las pruebas demuestran que Leonardo intervino en producciones teatrales y en la organización de actos públicos”.

Todo parece indicar que da Vinci diseñó este coche para que se moviese en una superficie llana y pequeña, como un escenario. Quizá, su uso era el de transportar elementos móviles, como partes del decorado, durante la función. Tal y como señala Landrus, si hubiese sido pensado para utilizarlo en otros contextos, como el militar, sus ruedas y su bastidor tendrían otras características para adaptarse a un terreno irregular.

Un gran juguete de cuerda

El boceto original del vehículo de da Vinci, conservado en el Códice Atlántico, despertó mucho interés durante el siglo XX. Sin embargo, varios intentos de hacerlo realidad por parte de historiadores, científicos e ingenieros terminaron fracasando. No fue hasta el 2004 que se descubrió que estos intentos fallaban en un mismo punto del proceso, y se hizo una nueva interpretación de los documentos que permitió darle vida.

Fue el historiador italiano Carlo Pedretti quien intuyó que, al contrario de lo que se creía hasta el momento, las ballestas de los planos no tienen una función motriz, sino la de regular el movimiento. La labor del motor la realizan un par de resortes en espiral que se encuentran en tambores debajo del carro (que, según señalan los ingenieros que se ocuparon de la reconstrucción, apenas se insinúan en los dibujos).

Uno de los bocetos de instrumentos de Leonardo da Vinci
Uno de los bocetos de instrumentos de Leonardo da Vinci. Museo Galileo.

Así, el coche funciona de forma similar a la de un juguete de cuerda (aunque con un mecanismo más complejo). Se acciona por la acción de estos resortes en espiral, que están acoplados a ruedas dentadas. Además, cuenta con un sistema de frenado guiado con cables y con otro de dirección ajustable. Esto le permitiría moverse con una trayectoria determinada por los escenarios del siglo XV.

Planos, modelos 3D y pruebas en madera

La reconstrucción del automóvil de Leonardo da Vinci se presentó por primera vez al público el 24 de abril de 2004 en el Instituto y Museo de Historia de la Ciencia de Florencia. Para hacerlo realidad, un equipo supervisado por el historiador Paolo Galuzzi realizó un estudio de todos los elementos representados en los dibujos de Leonardo.

En una primera fase, explican, utilizaron programas informáticos y modelos tridimensionales para probar en tiempo real aspectos técnicos como el paso de dentado de los engranajes, los sistemas de transmisión y la regulación del movimiento.

Representación digital del carro autopropulsado
Representación digital del carro autopropulsado. Museo Galileo.

“A través del análisis y el modelado digital de los mecanismos individuales y su ensamblaje progresivo, el carro ha llegado a tener exactamente la forma esbozada por Leonardo”, explican los creadores. Una vez completado el modelo digital, se realizó un prototipo de madera que, para satisfacción del equipo, funcionó a la primera.

“Los bocetos de los engranajes para esta máquina sugieren que Leonardo pensaba que podía construirse. Gracias a esta reconstrucción, se sabe que podía funcionar, pero resultaría peligroso intentar conducirlo”, señala Matthew Landrus en relación a esta reconstrucción en su libro sobre el artista italiano.

El sistema autopropulsado forma parte de la larga lista de inventos de ingeniería de Leonardo da Vinci, como el ornitóptero, la excavadora para canales o la sierra automática, entre tantos otros. Se suma, también, a otras contribuciones a las que históricamente se ha prestado menos atención: las que hizo al mundo del teatro.

Para las fiestas de carnaval de 1496, por ejemplo, el artista se encargó de crear la tramoya y los decorados de una comedia musical de Taccone. De acuerdo con Landrus, estos incluían telones con ilusiones ópticas, un sistema de iluminación extremadamente complejo que representaba el cielo estrellado y hasta grúas que permitían volar a Mercurio y que los dioses flotasen en las nubes. Aunque esto ya forma parte de otra historia.

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